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Lejana, indómita, fría, salvaje, ventosa, inhóspita, remota, caótica...

Bella, majestuosa, mística, magnífica, misteriosa, soberbia, única, pintoresca, mágica...

Hay tantas palabras para definir este lugar... pero creo que lo mejor sería resumirlo en que es el sitio donde la naturaleza, la aventura y las leyendas se unen en este extremo del mundo...

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lunes, 14 de abril de 2008

1º Etapa - Copahue


Días 21 y 22/12/2007 – En viaje


El 21 de diciembre partimos de Retiro en Vía Bariloche con destino a Neuquén. Debido a la proximidad de las Fiestas, ese viernes había un caos total de tránsito en nuestra “querida” Buenos Aires, tanto es así que demoramos más de 2 horas en llegar a Liniers!!!. El resto del viaje fue muy tranquilo, con buen servicio y atención.

Cuando el ómnibus toma la ruta Nº 152 en La Pampa, una ruta paralela a la “del desierto” y parecida a ésta, pasa por un lugar llamado Casa de Piedra. Se trata de un embalse del río Colorado con una villa turística que se está desarrollando y que se armó con la idea de llevar a esa región, todavía casi desértica. La ruta está sobre el mismo dique, con el agua del lago a un costado.
















A las 11 de la mañana llegamos a la ciudad de Neuquén, con las dos horas de retraso que supimos conseguir de Retiro a Liniers. La Terminal de ómnibus de Neuquén es un buen ejemplo de cómo deberían ser todas las terminales con bastante tránsito.
Cuando uno arriba, baja del micro pero en lugar de agolparse para sacar los bolsos, acá se entra a una sala donde hay una cinta como la de los aeropuertos y saca su equipaje; al salir los empleados verifican que sea el que corresponde. Cuando uno va a tomar un micro, cinco minutos antes del horario de salida se pasa a una sala de preembarque con el pasaje en la mano y cuando el micro llega a la plataforma se puede salir al andén. Todo está muy ordenado y prolijo. Lo divertido era ver a la gente llena de paquetes y por las Fiestas, la mayoría con su caja de Sidra Real…
Como no sabíamos dónde paraba la combi que nos esperaba, llamamos a la empresa Caviahue Tours (que organizó el viaje); nos indicaron donde debíamos esperarla… Una hora y media después volvimos a llamar y nos mandaron a tomar el micro de Cono Sur que partía a las 13.00 hs. Así que como nos quedaba muy poco tiempo corrimos a sacar los pasajes. Cuando llegamos a la ventanilla, estaban nuestros pasajes ya reservados. Salían dos micros juntos, uno a Caviahue y otro de refuerzo que llegaba hasta Loncopué. Tomamos el micro de refuerzo a Loncopué donde deberíamos hacer el trasbordo al que nos dejaría en Caviahue.

Salimos de Neuquén rumbo a Zapala, donde quedamos parados una hora, todos arriba del micro en marcha… Después de tanto esperar ya la paciencia se fue agotando y junto con otra persona fuimos a la ventanilla a averiguar qué pasaba que no salíamos cuando el otro micro se había ido hacía una hora. Muy tranquilos nos dijeron que no había chofer porque no llegó el relevo pero que nos quedáramos tranquilos por que el otro micro nos esperaría… Al final salimos de Zapala con el mismo chofer. Tal como nos habían dicho, al llegar a Loncopué el micro nos estaba esperando. Hicimos rápidamente el trasbordo y partimos rumbo a Caviahue.
El trayecto hacia Caviahue fue muy lindo ya que cada vez más nos íbamos metiendo en las montañas; después de pasar el Cajón del Hualcupén apareció el lago y Caviahue a sus orillas, con las araucarias alrededor.
Allí nos esperaba gente de Caviahue Tours con un remise para hacer la última parte de nuestro recorrido hasta Copahue, distante unos 18 kilómetros, más ó menos media hora de viaje ya definitivamente en las montañas y con el volcán Copahue acompañándonos todo el trayecto.

Tras 26 horas de viaje llegamos a la Hostería Hualcupén donde dejamos el equipaje y salimos corriendo hasta el Locutorio para avisar que habíamos llegado. Justo estaban cerrando pero nos dejaron hacer la llamada ya que es la única forma de comunicarse. En Copahue los celulares no funcionan, ninguna compañía tiene antena en ese lugar, y prácticamente la única posibilidad de comunicación son las 2 cabinas del kiosco del Centro Termal. Después de cenar, nada mejor que la ducha y a dormir!!!!!!!



Día 23/12/07 – Copahue y alrededores, Balcón del Copahue

Después de un descanso reparador nos despertamos temprano y lo primero que hicimos fue abrir las cortinas de la habitación para ver que se veía... Nos llamó la atención ver que entre las rocas de la barda que teníamos detrás salía humo de las fumarolas... Bajamos a desayunar y empezamos nuestro primer día en Copahue.

Fuimos al Centro Termal, donde se concentra todo, desde el locutorio hasta las excursiones, además de todo lo que tiene que ver con los masajes y baños termales. Anduvimos también recorriendo la villa, pasamos por la Capilla, el Casino, el Hotel Termas; llegamos hasta un arroyo que viene de las montañas...

 

 

Vimos varios carteles que indican que no se debe salir de los caminos señalados por ser zonas de hervideros y fumarolas... y es así, el vapor y el agua burbujeante brotan de la tierra a cada paso. Las paredes rocosas que rodean la villa tenían manchones de hielo que llegaban hasta la calle. Y el olor a sulfuro, al que uno se termina acostumbrando, no nos abandonaría hasta irnos. Volvimos un ratito a la hostería para prepararnos para la caminata que haríamos después. Salimos nuevamente, subimos la barda hasta la Virgen por un sendero bien marcado pero con pendiente. Desde allí se tienen una vista de todo Copahue y su complejo termal.










Una vez arriba, el sendero continúa prácticamente sin desniveles, entonces uno puede apreciar el paisaje, con los arroyos, las montañas (estamos en plena Cordillera de los Andes), los mallines, manchones de hielo.Incluso es interesante prestar atención a la vegetación: en general son plantas de hojas muy duras, parecen de plástico, crecen al ras del piso, y tiene flores, unas violetas, otras blancas, amarillas. Para mí una de las más bonitas es el Flor de Copahue, de color fucsia y hojas verdes alargadas.






Regresamos por la misma senda hasta cruzar uno de los tantos arroyos para seguir camino al “Anfiteatro”. Cruzamos varios arroyos, algunos de agua termal, ya que se veía el vapor y se sentía el olor sulfuroso... Llegamos a una pequeña laguna desde la que se tenía una linda vista de la villa y otra del volcán. Después nos dirigimos a uno de los tantos manchones de hielo para reírnos un poco y soñar con la nieve....

Emprendimos la vuelta pasando por la Cascada Copahue, que se ve desde la Villa, y comenzamos a descender para volver a la Hostería a bañarnos y descansar un rato.
A la tardecita salimos nuevamente para programar la excursión que haríamos al día siguiente y seguimos caminando por la ruta que va hacia Caviahue; nos desviamos un poco para ver una laguna que se veía a lo lejos.

Regresamos a la hostería. Después de cenar nos dijo el Gerente de la hostería que salgamos para ver la luna... El cielo estaba despejado, lleno de estrellas y la luna llena iluminaba todo. Con esas vistas nos fuimos a dormir...


Día 24/12/07 – Víspera de Nochebuena

Habíamos programado con la gente de Caviahue Tours hacer una excursión hasta el Salto del Agrio, Caviahue y las Cascadas. Así que nos levantamos bien temprano y desayunamos porque a las nueve y cuarto nos pasaban a buscar.

La primer parada fue a pasos de Copahue, para observar las lagunas Las Mellizas, dos lagunas de agua dulce que abastecen de agua tanto a Caviahue como a Copahue. A orillas de una está la Usina Geotérmica, que se construyó de acuerdo a un plan pensado por japoneses con la idea de abastecer de energía a Caviahue, Copahue, Loncopué y Las Lajas, a precio muy bajo, y aprovechando las propiedades del volcán.




Lamentablemente la construcción quedó en manos de una empresa argentina que no cumplió con los materiales exigidos en el proyecto y el resultado fue que a los dos años las instalaciones no servían para nada. Caminando por Copahue se pueden ver las serpentinas y válvulas, hoy todo oxidado, que calefaccionaban las calles en pleno invierno, manteniéndolas sin nieve. Hoy todo quedó en una usina experimental, de la que sale un chorro de vapor constante y nada más...
Detrás de las lagunas estaba el inmenso volcán Copahue de 2953 metros de altura; se veía claramente el acceso al cráter, una parte del glaciar y hasta un poco de vapor que salía... Teníamos la ilusión de hacer la excursión al cráter del mismo, incluso, ya la habíamos pagado en Buenos Aires, pero lamentablemente no pudimos porque todavía había deshielo y era peligroso...

Luego pasamos por Las Máquinas, termas que pertenecían al Ejército pero hoy abandonadas. Frente a las mismas está el Cerro de las Máquinas, en cuya cima hay un monolito que recuerda a tres soldados fallecidas en una tormenta de viento blanco a pasos del lugar donde debían llegar.




Como era la época de veranada, en el recorrido cruzamos varios mapuches con sus animales y hubo que parar varias veces esperando que los chivos se corrieran a los costados de la ruta.Luego de un rato de andar cruzamos el Puente del río Agrio, se podían observar las araucarias ó pehuenes, árbol típico en esta región. Seguimos nuestro rumbo hasta el Salto del Agrio, espectacular caída de agua entre cañadones, donde resaltaban los colores: el verde del agua, el amarillo del azufre, el rojo de las rocas... Por suerte fuimos de mañana así pudimos ver el arco iris que se forma en la caída del agua...














Regresando por la misma ruta y cerca del puente estaba la Hostería del Agrio, administrada por una pareja joven, con un pequeño hijo, que se dedican a atender el hostal, preparar dulces y cerveza artesanal, y criar perros para los trineos. Esa hostería era un refugio antártico, donde el ejército llevaba los contingentes que viajarían a la Antártida para aclimatarlos.






Desde allí, nos fuimos a Caviahue, paramos en el Centro de Ski, que está en medio de un bosque de araucarias, con el lago al frente y el volcán al fondo. Desde ese lugar se ve perfectamente el lugar por donde uno entra al cráter cuando hace la excursión que nosotros no pudimos por los deshielos que todavía había, y también se llega a ver el glaciar.

Al cruzar la Villa de Caviahue, vimos la cantidad de obras en construcción que hay, y como trabajaban rápido para avanzar lo suficiente antes de que lleguen el frío y las nevadas.

Nos dirigimos a la zona de las Cascadas del Agrio. Con la combi subimos hasta la tercera, llamada de la Culebra, desde la que empezamos el descenso a pie por un sendero perfectamente marcado, entre araucarias centenarias y con el río Agrio corriendo a un lado. Llegamos a la Cascada de la Cabellera de la Virgen, una de las más bonitas. Seguimos bajando hasta la Cascada del Basalto, denominada así por las columnas basálticas que la rodean.






 
Todo este paisaje da la sensación de estar viviendo en la época de los dinosaurios, y que en cualquier momento va a salir uno...



Recorrimos la costa del Lago Caviahue, mientras nos contaban de una hipótesis según la cual esa zona era un mega volcán y el lago podría haber sido su cráter, lo que explicaría las fumarolas que se descubrieron el fondo del mismo.

Cuando regresamos a Copahue, a primeras horas de la tarde, nos fuimos a la confitería “El Montañés” a comer algo y más tarde pasamos por el Centro Termal para hacer la consulta médica que exigen para los baños y averiguamos por los tratamientos que nos habíamos ganado en el sorteo. Silvio tenía la presión muy alta, entonces regresamos a la hostería para que tome la medicación, que él había suspendido por su cuenta. Y aprovechamos para descansar un poco, ya que era Nochebuena y sino parábamos un rato Papá Noel nos iba a encontrar dormidos...

La cena fue a las 22.00hs, en lugar de las 21.00hs como era habitualmente. Estaba todo muy bien arreglado para la ocasión, las mesas tenían manteles con motivos navideños, con velas. Muy lindo... Comimos muy bien y riquísimo. A las 12 brindamos todos juntos con champagne alrededor de la mesa que habían armado con dulces, frutas secas, turrones, pan dulce, etc., etc. Nos quedamos charlando, contándonos las experiencias de cada uno y nos fuimos a dormir... Fue una Nochebuena diferente, pero muy linda experiencia.





Día 25/12/07 – Navidad – Hito fronterizo, Las Maquinitas

Nos levantamos no tan temprano, ya que por ser Navidad los empleados de la Hostería venían un poco más tarde ya que había trabajado hasta la noche bastante tarde... Después de desayunar y viendo que el cielo estaba empezando a nublarse, decidimos no ir a los baños y aprovechar la mañana para intentar llegar caminando al hito fronterizo.



Así que nuevamente subimos la barda hasta la Virgen y seguimos la senda, siempre acompañados a nuestra izquierda por el volcán Copahue. Cruzamos varios manchones de nieve ó hielo, mallines, arroyitos de deshielo y sectores de piedras donde el sendero se perdía por momentos.






Después de caminar un buen rato entre las montañas divisamos a lo lejos la silueta característica de los hitos y su color naranja. Con la vista en él seguimos el recorrido. El lugar es increíble, allí uno se da cuenta que realmente está en plena cordillera, y lo pequeños que somos... Así, sin necesidad de presentar documentación alguna nos quedamos un ratito en Chile, cerca está el valle de Trapa Trapa, de donde vienen los mapuches que van a vender sus artesanías a Copahue; a lo lejos sólo se veían más montañas...
Y mirando hacia el lado argentino podíamos ver una de las lagunas Las Mellizas.



































Si uno se para mirando el hito en la dirección correcta, hacia el volcán, se ve claramente la división de las altas cumbres. A un costado del hito nos llamó la atención una especie de volante de válvula vieja, pero no pudimos saber qué era, una válvula en ese lugar no parecería tener mucho sentido...
Regresamos por la misma senda aprovechando cada momento para apreciar la naturaleza, la soledad, el silencio...





Almorzamos, descansamos y luego nos fuimos a caminar con la intención de llegar a “Las Maquinitas”, porque veíamos las nubes que se acercaban y se notaba que el tiempo estaba desmejorando... En la Hostería se nos unió a la caminata Zulema, una señora que estaba sola, así que partimos los 3. Tomamos por la ruta que va a Caviahue hasta el desvío, desde donde pudimos divisar el lugar. Seguimos caminando, hasta bajar y llegar donde empiezan las pasarelas y donde está la policía termal, que cuida que nadie se robe los fangos. Se trata de un lugar lleno de fumarolas, olletas y hervideros; el ruido que hacen es lo que dio el nombre al lugar.










Decidimos regresar, ya que cada vez el cielo se ponía más feo, se notaba que en las montañas ya estaba lloviendo. Sin embargo antes de ir a la hostería nos desviamos un poquito hasta el “Agua de Limón”, un sector donde el agua hirviendo brota de la tierra y hay un lugar del que se puede sacar para beber.























Nos llamó la atención el vapor que salía de la laguna sulfurosa que siempre cruzábamos camino a la hostería, con el viento y el frío que había empezado a hacer... no se veía nada.
Mientras nos preparábamos para cenar se largó la lluvia y el granizo también... faltó poco para la nevada, cosa probable en esta zona, aún siendo pleno enero. Para la cena, trucha. Espectacular fin del día de Navidad!



Día 26/12/07 - 1º Día de Termas


Amaneció muy feo, frío, pero sin lluvia. Desayunamos y nos dirigimos al Centro Termal para hacer nuestras primeras experiencias en el tema. No teníamos idea de lo que nos esperaba...

Comenzamos con un baño de inmersión verde. Yo andaba bastante mal de la garganta, así que aproveché para hacer unas nebulizaciones también. Sumamente relajados nos fuimos a almorzar. Pasamos por la hostería y a las 14.30 hs volvimos al Centro Termal porque teníamos turno para los masajes descontracturantes, pero como no nos dejaron el papel en el que figuraban las cosas y la chica que lo tenía ya había terminado su turno no pudimos hacerlo. Así que nos fuimos a hacer el tan recomendado Baño de Vapor... Es increíble el poder de esas aguas y vapores, como se abren los poros de adentro y de afuera... Fantástico!

Anduvimos también por la Laguna de los Callos donde todos pasan para poner los piecitos en remojo. Es una pequeña pileta de agua verde, con algas que suaviza la piel de los pies, sobre todo las durezas y los callitos.
Súper relajados, volvimos a la hostería, nos bañamos para sacarnos el olor a huevo podrido que queda en el cuerpo, y a cenar!!!


Día 2712/07 - 2º Día de Termas

Nuevamente amaneció muy feo. Así que después de desayunar nos fuimos para el Centro Termal. Encontramos a la chica que tenía nuestros papeles y le comentamos lo del día anterior; ella misma se encargó de los trámites y lo solucionó.

Mientras tanto nos fuimos a dar otro de esos baños espectaculares de vapor. Pasamos por la laguna de los Callos a poner en remojo nuestros piecitos. También pasamos por el local de Caviahue Tours para ver si cambiábamos la excursión del Volcán que no se hacía por la de Villa Pehuenia. Nos hicimos unas nebulizaciones, almorzamos y nos fuimos a la hostería a descansar un rato.

A las 16.00 hs teníamos turno para nuestro “Modelaje Corporal” del que no teníamos idea de que se trataba. Cuando terminamos, rejuvenecidos nos fuimos a tomar un café. Más tarde nos dimos nuestro último baño, esta vez fue un hidromasaje verde, muy relajante, pero el agua me pareció que estaba un poco fría y me agarró un espantoso ataque de tos mientras estaba en los 10 minutos de reposo.... Cena y a dormir tempranito, ya que mañana teníamos excursión. Y por suerte el clima había mejorado...


Día 28/12/2007 – Excursión a Villa Pehuenia

Bien temprano por la mañana nos despertamos ya que a las 7.30 hs pasaba la gente de Caviahue Tours a buscarnos para ir a Villa Pehuenia por Pino Hachado. Primero fuimos hasta Caviahue a buscar más gente y partimos, pasamos por la zona del Cajón del Hualcupén y los Riscos Bayos.






Pasamos por Loncopué y antes de llegar a Las Lajas, la combi tomó el camino hacia Pino Hachado. A medida que íbamos avanzando empezaron a aparecer las características siluetas de las araucarias, que junto con las extrañas formaciones basálticas circulares, nos daban la sensación de estar en la era jurásica.






Llegamos al paso fronterizo de Pino Hachado donde paramos para sacar unas fotos, pasando por Gendarmería y admirando el paisaje.



Seguimos por el camino, bastante sinuoso, pero con unas vistas maravillosas; más adelante apareció un río que nos acompañó buena parte del recorrido. Ya en la ruta provincial Nº 13, un poco antes de llegar a Villa Pehuenia para mos en el llamado Mirador del Litrán, donde se puede observar el río del mismo nombre, el lago Aluminé con sus islotes y todo enmarcado por las montañas.







Llegamos a Villa Pehuenia. Recorrimos la Península de los Coihues, donde paramos en la playa de Radal-Có... La paz de ese lugar invita a quedarse; a orillas del lago completamente azul, y rodeado de coihues, radales, cipreses...













Estas son vistas de la playa de Radal Có, el Golfo Azul y parte del sector denominado Pehuenia III.


Despues de una breve recorrida fuimos hasta la Cantina del Pescador donde almorzamos, obviamente truchas!!! De allí caminamos por la pequeña península que divide al Golfo Azul en dos para ir a tomar la lancha con la que navegariamos por un rato el lago Aluminé.


Es muy bonito ver Villa Pehuenia desde el agua, vimos el volcán Batea Mahuida, la costa de la Península de los Coihues, los islotes...

Despues de la navegación volvimos a la combi rumbo al Batea Mahuida, para llegar a la laguna del cráter y de allí al Mirador de las Antenas desde donde se tiene unas magnificas vistas de los lagos Aluminé y Moquehue, los cerros, la villa y la zona de la Angostura, que era nuestro próximo punto a recorrer. Esta zona es donde el lago Moquehue desemboca en el Aluminé a través de una pequeña angostura de unos 500 mts de largo y que se cruza a través de un puente para llegar a la reserva mapuche.

También anduvimos por el "Centro Comercial", que es muy chiquito, ya que prácticamente solo hay locales de una lado de la calle y no tiene mas de 2 ó 3 cuadras, pro en los que hay un poco de todo, desde supermercaditos, agencias de turismo, artesanias y gastronomía. Lamentablemete, el día se había ido y debíamos volver a Copahue, dende llegamos justo para la cena y para armar las bolsos ya que al día siguiente seguiriamos rumbo a San Martín de los Andes, nuestra 2º etapa del viaje.

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