Entre los arreglos de la casa y el terreno, nos tomamos un tiempito de descanso y salimos a caminar a orillas del río Azul, que haciendo honor a su nombre se mostraba de un color azul turquesa increíble. Bordeando el río hay una calle que como casi todas las calles de estos parajes patagónicos es de ripio y arena. Salimos temprano despues del almuerzo mientras casi todo el mundo dormía la siesta. A medida que nos íbamos alejando de Lago Puelo, se nos aparecía imponente el cerro Piltriquitrón, con algunas nubes tapando sus picos.
El río Azul corre serpenteante, con varias curvas y se abre en brazos, que van dejando islotes de piedra y vegetación adonde es posible llegar caminando, nadando ó incluso en moto... ya que en algunas zonas es muy poco profundo.
Las aguas son claras, transparentes y corren tranquilamente en los remansos y turbulentas en las zonas mas rápidas. La vegetación de las orillas y de los cerros que lo circundan tiene todas las tonalidades de verde que se puedan imaginar; hay sauces, algunos álamos, cipreses, pinos...
Tambien pudimos ver algunas aves muy pequeñas que vuelan rápidamente casi a ras del agua, y otras de color negro que no sé que son, pero que posan en los islotes del río. Lo más visto en la zona, incluso en Lago Puelo son los teros; están por todos lados!!!! Si no son teros, es algo parecido... Como verán mis conocimientos de aves son muy pobres, tendré que comprar alguna guía del tema.
La tarde fue avanzando y con ella las nubes se fueron disipando poco a poco... El cerro Piltriquitrón quedó completamente a la vista aunque el cerro Tres Picos seguía con sus puntas cubiertas, pero al atardecer tambien quedó completamente despejado, señal que al día siguiente sería un día a pleno sol (y calor!!!)
1 comentario:
Que bello es tu lugar en el mundo, sin duda caminar por alli debe ser un placer indescriptible. Besos tía Elsa.
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